Cuéntame tus sueños

Hoy es Lunes, triste y enfermizo Lunes, pero le atribuimos estos negativos adjetivos porque si lo comparamos con el deseado Viernes o el tan apasionado Sábado, no le queda más remedio que ser el tan bien llamado triste y real Lunes, donde no hay cabida para contar sueños al despertar porque no nos podemos quedar un poquito más de tiempo en la cama y abrazar y besar y dormir para luego despertar abrazarnos y besarnos de nuevo…no eso hoy no se puede, los Lunes no nos los permiten…

Lo que no sabe nuestro astuto Lunes es que afirmando su existencia también firma su sentencia de acabado, sus efímeras 24 horas son vividas por aquellas almas que quedaron mudas por no poder contar sus sueños, como principio básico de afirmación de vida de los Viernes y los Sábados. Todo forma parte del todo, lo malo de este día y lo bueno de alimentar sueños desde los días de descanso. Misión de nuestras mentes es coger como motor de la semana aquellas fantasías creadas debajo de una fina sábana cuando descansamos los fines de semana, y si hiciéramos lo contrario, amargarnos con el pensamiento del inicio de semana…AY amigo mío! Estaríamos perdidos en medio de la nada…¿Qué es un hombre sin sueños ni esperanzas? Simplemente un ente que vaga sin hacer distinción de los días que sin pena ni gloria él pasa, que ni da ni recibe nada. Solo, perdido y sin más timón que el pensamiento negativo que lo aleja de las maravillas que el mundo está dispuesto a ofrecer a cada uno que sueñe, que viva y que piense que existe cantidad de caminos alternativos a los presentados en los aburridos y tediosos Lunes.