Entradas populares

lunes, 25 de julio de 2011

Somos lo que comemos


Cuántas veces habremos escuchado esta frase, sólo con la única intención de soltar con gesto de asco aquel dulce relleno de venas ostruidas por el colesterol y cubierto de michelines en la zona umbilical, o simplemente aparece esa voz impertinente cuando estamos desenvolviendo los nuggets congelados del mercadona porque llevamos todo el día trabajando y hacer la comida se convierte en una tarea digna de los dioses griegos…
La última vez que la escuché fue exactamente ayer, y la persona que me lo dijo no era otra sino que mi propia persona. Estaba tan alegremente descabezando gambas y tirando cáscaras con una habilidad sorprendente, propia de las más reconocidas chefs de cocina internacional, no digo nombres porque esta area no es la mía, pero esta simple explicación hace comprender que lo estaba haciendo bastante bien.
Me dije a mi misma muy feliz: Somos lo que comemos, esta frase normalmente me hace sentir bien porque estoy comienedo sano, algo que a veces se vuelve imposible, pero acto seguido vi el cuerpo inerte sin cabeza de aquella pobre gamba e hice la siguiente asombrosa deducción lógica:
A: Somos lo que comemos.B: Voy a comerme a un muerto, Luego voy a morirme.
Mis manos asesinas soltaron a la gamba muerta, intenté llevarme las manos a la cabeza pero el terrible olor a muerte me perseguía…en cuestión de segundos por mi mente pasaron mil imágenes junto con cientos de explicaciones, me estaba muriendo, o mejor dicho, me estaba suicidando y yo ni lo sabía, pensé que podía solucionarlo, como todo ser humano que teme a la muerte, no tanto a la muerte sino a sus inesperadas visitas, pensé que podía huir de ella, porque ya sabía cuál era su modus operandi, me imaginé a mi misma con los pantalones remangados en medio del río y con un palo de madera puntiagudo pescando peces vivos y comiéndomelos antes de que se muerieran… por la siguiente deducción lógica:
A: Somos lo que comemos. B: Comeré cosas vivas, luego alcanzaré la vida eterna., pero estaba claro que esto era imposible por varias razones;no se dónde esta el rio más cercano, no me gusta el pescado crudo, y ni siquiera saber el nombre técnico de la herramienta para cazar me situaba en un posición de desventaja respecto a la muerte, además me hubiese muerto de hambre.
Con la segunda deducción aparecieron las palabras vida eterna, y éstas me causaron más miedo aún si cabe que el término muerte…Vida eterna¿. Mis actuaciones no tendrán nunca un final¿ estaré siempre preocupada por el amor, pagar las facturas, la felicidad, conseguir trabajo, la autorrealización, terminar mis estudios, la amistad, no engordar…todos estos pensamientos me agobiaron muchísimo, y resolví que la vida eterna era igual de inútil que regalar portátiles a colegios que todavía no tienen luz, (hecho verídico, sucedido en Perú en 2009).
Así que realicé mi última deducción lógica y la que me dejó bastante satisfecha, sin enuciados ni p ni q, y todas esas cosas que no me acuerdo muy bien de la lógica estudiada en el instituto…lo mejor que le puede pasar a la vida es la muerte.
Así que me comí mi plato de gambas disfrutándo de ellas como si fuera la última cena, , por si mañana me despertase muerta y decidí vivir mi vida ensando en que puedo morirme mañan

1 comentario: